Periodo de entreguerras


En 1922 el Partido Liberal estaba sufriendo divisiones internas en medio de unas elecciones generales donde Churchill perdió en el distrito de Dundee. Habiendo sido operado de apendicitis recientemente, declaró que había perdido su asiento en el parlamento, su puesto en el gobierno y su apéndice al mismo tiempo. En 1923 se volvió a presentar como candidato liberal en el distrito de Leicester, perdiendo nuevamente. Más tarde se fue acercando al Partido Conservador, si bien se autonombró "anti-socialista" y "constitucionalista". En las elecciones de 1924 fue elegido en el distrito de Epping como "constitucionalista" con el apoyo del Partido Conservador. Al año siguiente formalmente se unió nuevamente a este partido, comentando que "cualquiera puede cambiar de partido, pero se necesita cierta imaginación para cambiar dos veces".

En 1924 fue nombrado ministro de hacienda y supervisó el retorno del Reino Unido al patrón Oro, lo cual originó deflación, desempleo y una huelga de mineros que degeneró en la Huelga General de 1926. Sus decisiones dieron lugar a que el famoso economista John Maynard Keynes opinara que el regreso al patrón o estándar del oro llevaría al mundo a una depresión. Churchill más tarde consideró que esa había sido una de las peores decisiones que había tomado en su vida. En realidad no todo fue culpa de Churchill, considerando que él no era un economista y que actuó siguiendo el consejo del gobernador del Banco de Inglaterra, Montagu Norman, del cual Keynes opinó "siempre tan encantador, siempre tan errado".Durante la Huelga General de 1924 se dice que Churchill sugirió utilizar ametralladoras contra los mineros huelguistas. En aquella época, Churchill editaba el periódico del gobierno British Gazette y en esta disputa escribió que "o el país rompe la huelga general o la huelga general romperá al país". Es más, la polémica en torno a Churchill se agudizó cuando comentó que el régimen fascista de Benito Mussolini había "rendido un servicio al mundo, pues había enseñado como se combaten la fuerzas de la subversión". Consideraba que este régimen había servido como baluarte en contra de la revolución comunista.

El gobierno conservador fue derrotado en las elecciones generales de 1929. Churchill se convirtió en un disidente de su partido en relación a las tarifas de protección arancelarias y la autonomía de la India. Cuando en 1931 Ramsay MacDonald formó el gobierno nacional, Churchill no fue invitado a participar en él. En esta época atravesó el punto más bajo de su carrera, en el periodo que se conoce como los "años salvajes". Pasó la mayor parte de su tiempo escribiendo varios libros, entre ellos Marlborough: His Life and Times -una biografía de su ancestro John Churchill, el 1er. Duque de Marlborough- y The History of the English Speaking People, está última obra publicada después de la Segunda Guerra Mundial.

Pronto dirigió su atención hacia Adolfo Hitler y el peligro del rearme de la Alemania nazi. Por algún tiempo fue el único que denunció dicho rearme y abogó por la necesidad de fortalecer militarmente a Gran Bretaña. Su principal preocupación fue evitar que Alemania obtuviera la superioridad en la fuerza aérea que desgraciadamente consiguió en 1938 a pesar de las advertencias de Churchill. En aquellos años alejado de la vida partidista y debido a sus contactos con militares y cargos relevantes de la Administración llegó a estimar que Alemania estaba gastando 1.500 millones de libras al año en armamento, estimación que posteriormente se demostró muy cercana a la realidad. Churchill no pudo más que observar con desaliento y frustración como la política de Chamberlain estaba haciendo agotar las únicas posibilidades de evitar una guerra en Europa: frente a las pretensiones de Mussolini en Abisinia el gobierno británico se mostró firme en advertir a Italia de sus consecuencia apoyado por la Liga de Naciones, pero a la hora de la verdad la Liga de Naciones no impuso ningún tipo de sanciones y mucho menos ninguna medida militar. Hitler observó el acontecimiento y Mussolini, el cual recelaba de Hitler por sus pretensiones en Austria, decidió unirse a su causa en contra de las democracias europeas. Hitler a continuación ocuparía el corredor del Rhin que años antes Francia había desocupado como gesto de buena voluntad. Ante la pasividad de Francia y el Reino Unido Hitler lo intenta en Austria y aunque un primer intento de golpe de Estado para derrotar al canciller austriaco fracasara por fin en 1938 Hitler consigue la ocupación del país ante la incredulidad de las demás potencias. Hasta ese momento Churchill cree aún posible evitar la guerra: Hitler pone sus ojos en los Sudetes en Checoslovaquia y ante estas pretensiones Rusia propone un acuerdo a Francia y Reino Unido para unirse en contra de Hitler si lo intentara. Esta oferta es desoída por ambas potencias a pesar de las simpatías de Churchill a esta idea pero Francia cree suficiente el acuerdo con Checoslovaquia de actuar en caso de invasión y ni Polonia ni Rumanía estaban dispuestas a dejar pasar tropas soviéticas por sus territorios. Chamberlain en un intento por evitar lo peor viaja a Munich y consigue arrancar de Hitler un acuerdo de renunciar a cualquier otra pretensión territorial en Europa a cambio de que el gobierno de Praga reconozca un régimen de autonomía para la región de los Sudetes de mayoría alemana. Chamberlain regresa a Londres exhibiendo el acuerdo y declarando que era el acuerdo de paz para una era. Los acontecimiento se precipitaron: el presidente de Checoslovaquia entiende que Francia no acudiría en su ayuda, Polonia y Hungría presentan similares pretensiones territoriales a los alemanes en otras zonas del país. El presidente del gobierno Checoslovaco dimite y el ejército se disuelve, con sus más de treinta divisiones que habrían contenido un ataque alemán. Rusia toma nota y no ve más salida que un acuerdo con Alemania para garantizar su integridad territorial ante la inoperancia y falta de consideración de Francia y Reino Unido. Por si fuera poco Hitler, lejos de renunciar a sus pretensiones territoriales no solo ocupa los sudetes sino que pone sus ojos en Polonia. A Chamberlain no lo queda más remedio que advertir a Hitler que de invadir Polonia el Reino Unido declararía la guerra a Alemania y del mismo modo lo hace Francia. Hitler invade Polonia el 1 de septiembre de 1939, la II Guerra Mundial da comienzo en Europa.

No hay comentarios: