Jurisprudencia


Se entiende por jurisprudencia las reiteradas interpretaciones que de las normas jurídicas hacen los tribunales de justicia en sus resoluciones, y puede constituir una de las Fuentes del Derecho, según el país. También puede decirse que es el conjunto de fallos firmes y uniformes dictadas por los órganos jurisdiccionales del Estado.

Esto significa que para conocer el contenido cabal de las normas vigentes hay que considerar cómo las mismas se vienen aplicando en cada momento. El estudio de las variaciones de la jurisprudencia a lo largo del tiempo es la mejor manera de conocer las evoluciones en la aplicación de las leyes, quizá con mayor exactitud que el mero repaso de las distintas reformas del Derecho positivo que en algunos casos no llegan a aplicarse realmente a pesar de su promulgación oficial.

En el Derecho anglosajón es una fuente de primera magnitud, debido a que los jueces deben fundamentar sus decisiones o sentencias judiciales mediante un estudio minucioso de los precedentes.

En el Derecho continental no es una fuente del Derecho, pero si es un elemento muy importante a la hora de fundamentar, por ejemplo, las resoluciones de los recursos a los órganos judiciales más elevados, que son los encargados de uniformar la aplicación de las leyes por parte de los diversos y variados órganos judiciales de inferior rango.

En todo caso tampoco el estudio de las sentencias nos da la medida exacta de la realidad del derecho porque ocurre que en ocasiones y por diversas razones las sentencias dejan de cumplirse o aplicarse.

Esto es así especialmente cuando el poder judicial entra en colisión con otros poderes del Estado moderno como el ejecutivo y el legislativo, y aunque compromete el principio de separación de poderes es un fenómeno que no puede desconocerse completamente al elaborar un Teoría del Derecho a riesgo de que aparezca como totalmente separada de la realidad jurídica y social.

Parlamento del Reino Unido


El Parlamento del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte es la institución legislativa suprema en el Reino Unido y en los Territorios Británicos de Ultramar (los cuales sólo tienen Soberanía parlamentaria). A la cabeza está el Soberano. Es bicameral, incluyendo una Cámara alta, llamada Cámara de los Lores, y una Cámara baja, llamada Cámara de los Comunes del Reino Unido.

La Cámara de los Lores incluye dos diferentes tipos de miembros: Los Lores Espirituales (los clérigos senior de la Iglesia de Inglaterra) y los Lores Temporales (miembros de la nobleza). Los miembros de esta cámara son elegidos por la nobleza, antes eran hereditarios, pero en la actualidad solo dos puestos son hereditarios. Por otro lado, los miembros de la Cámara de los Comunes son elegidos democráticamente. La Cámara de los Lores y la Cámara de los Comunes se reúnen en Salones separados en el Palacio de Westminster (comúnmente conocido como las Cámaras del Parlamento), en Londres la capital británica (más precisamente, en el municipio—y ciudad—conocida como Ciudad de Westminster). Por convención constitucional, todos los ministros de gobierno, incluyendo al Primer Ministro son elegidos desde la Cámara de los Comunes o de la Cámara de los Lores.

El Parlamento se desarrolló a partir del antiguo concilio que aconsejaba al Soberano. En teoría, el poder no es del Parlamento sino de la Reina "Queen-in-Parliament" o el Rey ("King-in-Parliament"). A menudo se dice que la Reina tiene autoridad soberana, sin embargo esta posición es debatible. En los tiempos modernos, el poder real está en las elecciones democráticas de las Cámara de los Comunes. El Soberano actúa sólo como una figura decorativa y los poderes de la Cámara de los Lores están ampliamente limitados.

El Parlamento Británico es a menudo llamado la "Madre de los Parlamentos", dado que los poderes legislativos de muchas naciones—los más destacados, son los miembros de la Commonwealth—han adoptado este modelo. Sin embargo, esta es una frase de John Bright, quien remarcó el 18 de enero de 1865 que "Inglaterra es la Madre de los Parlamentos" en el contexto de apoyar las demandas para los derechos al voto en un país que había iniciado el gobierno parlamentario.

Aplicación


Las primeras partidas importantes de la ayuda fueron a parar a Grecia y a Turquía en enero de 1947. Estos dos países estaban considerados la primera línea de la lucha contra la expansión comunista, y ya se encontraban recibiendo ayuda económica en el marco de la Doctrina Truman. Al principio, el Reino Unido también había aportado dinero para apoyar a las facciones anti-comunistas, pero debido a su situación económica tuvo que pedir a los Estados Unidos que continuaran solos. La ACE empezó formalmente a ayudar a los dos países en julio de 1948.

La misión oficial de la ACE era colaborar a la mejora de la economía europea en la producción industrial, en el apoyo a las monedas europeas y en facilitar el comercio internacional (especialmente con los Estados Unidos, que tenía un gran interés en la existencia de una Europa lo suficiente recuperada como para que tuviera capacidad para importar productos estadounidenses). Hay que tener en cuenta que las naciones europeas habían agotado también las reservas de divisas durante la guerra, por lo que no estaban en condiciones de importar nada de otros países. Otro objetivo oficioso de la ACE (al igual que del Plan Marshall) era la contención de la influencia soviética en Europa, especialmente en países con partidos comunistas fuertes como, por ejemplo, Checoslovaquia, Francia e Italia.

El dinero del Plan Marshall fue transferido a los gobiernos europeos, si bien la administración se ejercía de forma conjunta entre el gobierno local y la ACE. Había un comisario de la ACE en cada capital europea, generalmente un prominente empresario estadounidense, que aconsejaría al gobierno en el proceso. Se fomentó el gasto conjunto entre varios países y se crearon diferentes comisiones de funcionarios, empresarios y sindicatos para examinar la economía y determinar dónde hacía más falta la ayuda.

El Plan Marshall sirvió en gran parte para comprar productos procedentes de los Estados Unidos. Al haber prácticamente agotado sus reservas monetarias durante la guerra, la ayuda del Plan Marshall representaba una de sus pocas vías para importar bienes del exterior. En un primer momento los europeos adquirieron productos de primera necesidad, como víveres y combustible, pero lentamente empezaron también a importar bienes necesarios para la reconstrucción, que era la finalidad principal del Plan. Posteriormente, bajo la presión del Congreso y con el inicio de la Guerra de Corea, una parte importante de la ayuda se destinó al reforzamiento de los ejércitos. De los 13.000 millones de dólares aportados por los Estados Unidos a mediados de 1951, 3.400 se gastaron en materias primas y productos semimanufacturados, 3.200 en comida, lienzo y fertilizantes, 1.900 en maquinaria, vehículos y equipamiento y 1.600 en combustible.[37]

También se establecieron unos fondos contravalor que utilizaron el Plan Marshall para establecer fondos en las monedas europeas. Según las normas de la ACE, un 60% de estos fondos debían ser invertidos en la industria. Esto se aplicó especialmente en Alemania, donde los fondos se destinaron principalmente a préstamos para empresas implicadas en la reconstrucción, ayudando enormemente a la reindustrialización del país. En los años 1949-50, por ejemplo, un 40% de las inversiones en la industria del carbón provenían de los fondos contravalor.[38] Las compañías tenían la obligación de devolver los préstamos, y el dinero se podía entonces prestar a otros grupos empresariales. El proceso todavía continúa hoy en día. El Fondo Especial, supervisado entonces por el ministro de economía alemán, valía 10.000 millones de marcos alemanes en 1971. En 1997 valía 23.000 millones de marcos. Mediante este sistema de préstamo-devolución-préstamo, en 1995 el Fondo había hecho préstamos blandos a ciudadanos alemanes por un valor de 140.000 millones de marcos.[39] El 40% sobrante se utilizó para saldar la deuda, estabilizar la moneda o invertir en proyectos no industriales. Francia fue quien más se benefició de los fondos contravalor, especialmente para reducir el déficit presupuestario. Sin embargo, en Francia y en la mayoría de los otros países, el fondo contravalor fue absorbido dentro de los ingresos generales del gobierno, y no fue reciclado como Alemania.

Otra iniciativa de la ACE bastante más barata, pero no por ello poco efectiva, fue el Programa de Asistencia Técnica. El programa reunía grupos de ingenieros e industriales europeos y los llevaba a los Estados Unidos a visitar minas, fábricas y fundiciones para que pudieran copiar los adelantos tecnológicos en Europa. Al mismo tiempo, unos cuantos centenares de consejeros técnicos estadounidenses fueron enviados a Europa.

El discurso


Las discusiones públicas previas sobre la necesidad de reconstrucción habían sido ampliamente ignoradas, dado que las administraciones no se habían pronunciado sobre el tema y no suponía la creación de ningún tipo de política oficial. Al final, se acordó que el Secretario de Estado, George Marshall, debería resolver todas las dudas haciendo una comparecencia pública. El discurso, escrito por Charles Bohlen, tuvo lugar en la Universidad Harvard el 5 de junio de 1947, e hizo públicas las líneas generales de la contribución a la recuperación europea. "Es lógico", dijo Marshall, "que los Estados Unidos hagan lo que sean capaces de hacer para ayudar a la recuperación de la normal salud económica en el mundo, sin la cual no puede haber estabilidad política ni paz asegurada. Nuestra política no se dirige contra ningún país, pero sí contra el hambre, la pobreza, la desesperación y el caos. Cualquier gobierno que esté deseando ayudar a la recuperación encontrará total cooperación por parte de los Estados Unidos de América". Marshall estaba convencido de que la estabilidad económica aportaría estabilidad política a Europa. Ofrecía ayuda, pero los países europeos deberían ser los encargados de organizar el programa por sí mismos.

El discurso no ofrecía detalles ni cifras acerca del plan. Su elemento más importante era la llamada a los europeos para llegar a un entendimiento y para que creasen su propio plan de reconstrucción de Europa, y que los Estados Unidos entonces financiarían dicho plan. El gobierno pensó que el Plan Marshall sería impopular entre la población, y el discurso estaba orientado, básicamente, a la ciudadanía europea. En un intento de mantener la comparecencia fuera de la prensa estadounidense, los periodistas no fueron convocados, y ese mismo día el presidente Truman convocó una conferencia de prensa para distraer la atención de los medios de comunicación y desviar los titulares de prensa hacia otros asuntos. Por el contrario, Acheson fue nombrado responsable para contactar con los medios europeos, especialmente los británicos, y el discurso fue leído íntegramente en la BBC.

Antecedentes


Tras seis años de guerra, buena parte de Europa estaba devastada y millones de personas habían muerto o habían quedado lisiadas. Los combates se habían producido prácticamente por todas partes, abarcando un área mucho más grande que la que había sido afectada durante la Primera Guerra Mundial. A causa de los bombardeos aéreos, la mayor parte de las ciudades estaban muy dañadas, y en especial las áreas industriales que habían sido los objetivos principales de dichos bombardeos. Berlín y Varsovia eran montañas de escombros, y Londres y Rotterdam habían quedado muy perjudicadas. La estructura económica del continente se había quedado en nada y millones de personas se encontraban en la indigencia. Aun cuando el episodio de hambre holandesa de 1944 se pudo resolver, la devastación general de la agricultura provocó una oleada de hambre en toda Europa, agravada por el duro invierno de 1946-1947 en el noreste de Europa. También estaban destruidas las infraestructuras como, por ejemplo, las vías férreas, los puentes y las carreteras, que habían sido objetivo principal de los bombardeos aéreos, y muchos barcos de carga habían sido hundidos. Los municipios más pequeños no habían sufrido tanto los destrozos de la guerra, pero la carencia de redes de transporte los había dejado prácticamente aislados tanto física como económicamente.

Tras la Primera Guerra Mundial, la economía europea también había quedado muy dañada, y la profunda recesión económica duró hasta bien entrados los años 20, con la inestabilidad y la bajada generalizada de precios que esto comportó a la economía global. Los Estados Unidos, pese a un resurgimiento del aislacionismo, habían procurado ayudar al crecimiento europeo, sobre todo mediante la colaboración de los grandes bancos estadounidenses. Cuando Alemania no pudo pagar las reparaciones de guerra, los estadounidenses también contribuyeron ampliando los préstamos que Alemania había solicitado, una deuda que a los estadounidenses todavía no les había sido resarcida cuando entraron en la Segunda Guerra Mundial en 1941.

El Departamento de Estado, bajo la dirección Harry Truman, estaba decidido a aplicar una política exterior activa, pero el Congreso parecía no estar tan interesado. En un principio, se pensaba que haría falta bien poco para reconstruir Europa y que el Reino Unido y Francia, con la ayuda de sus colonias, conseguirían salir rápidamente de la crisis. A pesar de todo, en 1947 todavía no habían progresos evidentes, y una serie de inviernos crudos habían agravado una situación ya desesperante por sí misma. Las economías europeas no crecían, y las altas tasas de paro y la escasez de alimentos provocaron huelgas y revueltas en muchas poblaciones. Dos años después del fin de la guerra, las economías todavía no habían logrado los niveles de preguerra ni parecía que fuera posible. La producción agrícola era un 83% de la que fue en 1938, la producción industrial llegaba al 88% y las exportaciones sólo al 59%.

La escasez de comida era uno de los problemas más graves. Antes de la guerra, Europa Occidental dependía de las importaciones de Europa del Este, pero estas rutas comerciales ahora estaban interrumpidas por el Telón de Acero. La situación llegó a ser especialmente preocupante en Alemania, puesto que en los años 1946 y 1947 el consumo diario medio era sólo de 1.800 calorías por persona, una cantidad insuficiente para mantener una buena salud a largo plazo. William Clayton informó a Washington de que "millones de personas se están muriendo de hambre lentamente". Otro elemento importantísimo era la escasez de carbón, las reservas del cual disminuyeron enormemente tras el invierno de 1946-47. En los hogares alemanes, sin calefacción de ningún tipo, murieron de frío centenares de personas. La situación en el Reino Unido no era tan grave, pero la demanda doméstica obligó a la industria a prescindir del carbón (y, por lo tanto, a dejar de producir).

Alemania recibió muchas ofertas procedentes de las naciones europeas occidentales para comerciar con comida a cambio de carbón y de acero. Ni los italianos ni los holandeses podían ya vender las cosechas que antes destinaban al mercado alemán, lo cual provocaba que los holandeses tuviesen que destruir una proporción considerable de sus cosechas de cereal. Dinamarca ofreció 150 toneladas de manteca al mes, Turquía ofreció avellanas, Noruega pescado y aceite de pescado, y Suiza ofreció cantidades considerables de grasas. Los aliados, sin embargo, no deseaban dejar a Alemania comerciar libremente.

En vista de las creciente preocupación del General Lucius D. Clay y del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos sobre el avance del comunismo en Alemania, así como de la incapacidad del resto de la economía europea para recuperarse sin la base industrial alemana de la que antes había sido dependiente, en el verano de 1947 el George Marshall, citando "bases de seguridad nacional" fue capaz al fin de convencer al presidente Harry Truman de rescindir la directiva de ocupación punitiva JCS 1067 y reemplazarla por la JCS 1779. La norma JCS 1067 ordenaba a las fuerzas estadounidenses de ocupación que "... no llevasen a cabo ninguna medida para la rehabilitación económica de Alemania", y fue reemplazada por la JCS 1779 que, en su lugar, establecía que "Una ordenada y próspera Europa requiere la contribución económica de una estable y productiva Alemania."

La norma JCS 1067 había estado en vigor durante dos años y, tras su derogación, las restricciones impuestas sobre la producción en la industria pesada fueron parcialmente levantadas, permitiendo la producción de acero a niveles por encima del 25% de la capacidad anterior a la guerra hasta un nuevo límite situado en el 50% de la capacidad anterior a la guerra.

Plan Marshall


El Plan Marshall (denominado oficialmente European Recovery Program o ERP) fue el principal plan de los Estados Unidos para la reconstrucción de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial, que a la vez estaba destinado a contener un posible avance del comunismo. La iniciativa recibió el nombre del Secretario de Estado de los Estados Unidos, George Marshall, y fue diseñada principalmente por el Departamento de Estado, en especial por William L. Clayton y George F. Kennan.

Clement Attlee


Clement Richard Attlee nació en Putney, Londres el 3 de enero de 1883. Era hijo de un abogado rico. Después de estudiar en Oxford, ejerció la abogacía durante un corto tiempo, pero pronto se interesó por la política y por las reformas sociales. En 1908 ingresó en el Partido Laborista Independiente, y más tarde en el Partido Laborista.

Durante la Primera Guerra Mundial fue soldado en el Ejército Británico.

En las elecciones de 1922 fue elegido diputado por Limehpuse. En los gobiernos laboristas formados en 1924 y más tarde en 1929 por Ramsay MacDonald ocupó diversos cargos de menor importancia. En 1931 rechazó la coalición entre los laboristas de MacDonald y los conservadores de Stanley Baldwin y en 1935 pasó a liderar el partido.

Durante los años siguientes apoyó medidas contra la Alemania nazi y la Italia fascista, y pidió igualmente que su país apoyara al bando republicano en la Guerra Civil Española. En 1940 pasa a formar parte del Gobierno de concentración nacional dirigido por Winston Churchill, haciendo importantes concesiones respecto de las políticas laboristas en aras de la unidad, asumiendo en dicho Gobierno distintos cargos, siendo vicepresidente del Gobierno desde 1942. Abandonó el Gobierno en 1945, cuando ya estaba prácticamente acabada la guerra que lo motivó, y tras su victoria en las elecciones de julio, es nombrado Primer Ministro.

Siendo Primer Ministro, se nacionaliza el Banco de Inglaterra y las industrias del carbón, el gas, la electricidad, los ferrocarriles, la aviación civil y la siderurgia. Aneurin Bevan, ministro de sanidad en su gobierno, es el encargado de crear el National Health Service ("Servicio Nacional de Salud") y de poner en marcha un estado de bienestar. En política exterior, se concede la independencia a la India y se abandona Palestina. En 1949 Gran Bretaña entra en la OTAN.

Tras una ajustada victoria conservadora en octubre de 1951, Attlee dimite. En 1955, abandona la jefatura del Partido Laborista. En diciembre de 1955 entra en la Cámara de los Lores. Fallece en Westminster, el 8 de octubre de 1967.

Historia


Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Europa se encontraba sumida en la devastación. Alemania estaba destrozada, en términos de pérdidas de vidas humanas y daños materiales. Si bien Francia y Reino Unido resultaron oficialmente vencedoras frente a Alemania en el conflicto, estos dos países también sufrieron importantes pérdidas, aunque mucho menores que las de Alemania, también afectaron gravemente a sus economías y su prestigio a nivel mundial. La declaración de guerra de Francia y Reino Unido a la Alemania nazi tuvo lugar en septiembre de 1939. Una vez finalizado el conflicto en Europa el 8 de mayo de 1945, el régimen alemán fue responsabilizado por el inicio de la guerra, ya que su política expansionista le había llevado a ocupar y en algunos casos anexar territorios de otros países del continente. Alemania, que perdió parte considerable de su territorio anterior a la guerra, fue ocupada por ejércitos extranjeros que dividieron su superficie territorial en cuatro partes.

En los años siguientes, los resentimientos y la desconfianza entre las naciones europeas, dificultaban una reconciliación. En este contexto el Ministro francés de asuntos extranjeros Robert Schuman sostuvo decididamente la creación de la Alemania Occidental,[4] resultado de la unión de las tres zonas de ocupación controladas por las democracias occidentales, dejando de lado la zona ocupada por la URSS. Schuman, de origen luxemburgo-alemán, había poseído las tres nacionalidades (francesa, alemana, luxemburguesa) durante diferentes etapas de su vida. Esto le hizo comprender la complejidad de los conflictos europeos.

El 9 de mayo de 1950, cinco años después de la rendición del Régimen Nazi, Schuman lanza un llamamiento a Alemania Occidental y a los países europeos que lo deseasen para que sometieran bajo una única autoridad común el manejo de sus respectivas producciones de acero y carbón. Este hecho, acogido de manera dispar dentro de los gobiernos europeos, marca el inicio de la construcción europea, al ser la primera propuesta oficial concreta de integración en Europa.[5] El hecho es que al someter las dos producciones indispensables de la industria armamentística a una única autoridad, los países que participaran en esta organización encontrarían una gran dificultad en el caso de querer iniciar una guerra entre ellos.

Alemania, a través de su canciller Konrad Adenauer, acoge entusiasta la propuesta.[5] En la primavera de 1951, se firma en París el Tratado que institucionaliza la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), concretando la propuesta de Schuman. Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo (conocidos como “los seis”), logran un entendimiento que favorece el intercambio de las materias primas necesarias en la siderurgia, acelerando de esta forma la dinámica económica, con el fin de dotar a Europa de una capacidad de producción autónoma. Este tratado fundador buscaba aproximar vencedores y vencidos europeos al seno de una Europa que a medio plazo pudiese tomar su destino en sus manos, haciéndose independiente de entidades exteriores. El tratado expiró en 2002,[6] siendo ya obsoleto tras la fusión de los órganos ejecutivos y legislativos en el seno de la Comunidad Europea, que adquirió personalidad jurídica y también gracias al Acta Única Europea de 1986.

En mayo de 1952, ya en plena Guerra fría, se firmó en París un tratado estableciendo la Comunidad Europea de Defensa (CED), que permitía el armamento de Alemania Occidental en el marco de un ejército europeo. Cinco miembros de la CECA ratificaron el tratado, pero en agosto de 1954, los parlamentarios franceses lo rechazaron, como consecuencia de la oposición conjunta de gaullistas y comunistas. Es así que el antiguo Tratado de Bruselas de 1948 es modificado para crear la Unión Europea Occidental (UEO) que será hasta la entrada en vigor del Tratado de Ámsterdam en 1999, la única organización europea encargada de la defensa y la seguridad. Aunque reforzó el antiguo tratado, la UEO solo fue una entidad simbólica sin poder ni cooperación real frente a la OTAN. Su principal rol estuvo ligado al desarrollo de las fuerzas nucleares de Francia y Reino Unido, principalmente tras el conflicto en el canal de suez y durante los conflictos de descolonización, asegurando la neutralidad de los otros países europeos.

Periodo de entreguerras


En 1922 el Partido Liberal estaba sufriendo divisiones internas en medio de unas elecciones generales donde Churchill perdió en el distrito de Dundee. Habiendo sido operado de apendicitis recientemente, declaró que había perdido su asiento en el parlamento, su puesto en el gobierno y su apéndice al mismo tiempo. En 1923 se volvió a presentar como candidato liberal en el distrito de Leicester, perdiendo nuevamente. Más tarde se fue acercando al Partido Conservador, si bien se autonombró "anti-socialista" y "constitucionalista". En las elecciones de 1924 fue elegido en el distrito de Epping como "constitucionalista" con el apoyo del Partido Conservador. Al año siguiente formalmente se unió nuevamente a este partido, comentando que "cualquiera puede cambiar de partido, pero se necesita cierta imaginación para cambiar dos veces".

En 1924 fue nombrado ministro de hacienda y supervisó el retorno del Reino Unido al patrón Oro, lo cual originó deflación, desempleo y una huelga de mineros que degeneró en la Huelga General de 1926. Sus decisiones dieron lugar a que el famoso economista John Maynard Keynes opinara que el regreso al patrón o estándar del oro llevaría al mundo a una depresión. Churchill más tarde consideró que esa había sido una de las peores decisiones que había tomado en su vida. En realidad no todo fue culpa de Churchill, considerando que él no era un economista y que actuó siguiendo el consejo del gobernador del Banco de Inglaterra, Montagu Norman, del cual Keynes opinó "siempre tan encantador, siempre tan errado".Durante la Huelga General de 1924 se dice que Churchill sugirió utilizar ametralladoras contra los mineros huelguistas. En aquella época, Churchill editaba el periódico del gobierno British Gazette y en esta disputa escribió que "o el país rompe la huelga general o la huelga general romperá al país". Es más, la polémica en torno a Churchill se agudizó cuando comentó que el régimen fascista de Benito Mussolini había "rendido un servicio al mundo, pues había enseñado como se combaten la fuerzas de la subversión". Consideraba que este régimen había servido como baluarte en contra de la revolución comunista.

El gobierno conservador fue derrotado en las elecciones generales de 1929. Churchill se convirtió en un disidente de su partido en relación a las tarifas de protección arancelarias y la autonomía de la India. Cuando en 1931 Ramsay MacDonald formó el gobierno nacional, Churchill no fue invitado a participar en él. En esta época atravesó el punto más bajo de su carrera, en el periodo que se conoce como los "años salvajes". Pasó la mayor parte de su tiempo escribiendo varios libros, entre ellos Marlborough: His Life and Times -una biografía de su ancestro John Churchill, el 1er. Duque de Marlborough- y The History of the English Speaking People, está última obra publicada después de la Segunda Guerra Mundial.

Pronto dirigió su atención hacia Adolfo Hitler y el peligro del rearme de la Alemania nazi. Por algún tiempo fue el único que denunció dicho rearme y abogó por la necesidad de fortalecer militarmente a Gran Bretaña. Su principal preocupación fue evitar que Alemania obtuviera la superioridad en la fuerza aérea que desgraciadamente consiguió en 1938 a pesar de las advertencias de Churchill. En aquellos años alejado de la vida partidista y debido a sus contactos con militares y cargos relevantes de la Administración llegó a estimar que Alemania estaba gastando 1.500 millones de libras al año en armamento, estimación que posteriormente se demostró muy cercana a la realidad. Churchill no pudo más que observar con desaliento y frustración como la política de Chamberlain estaba haciendo agotar las únicas posibilidades de evitar una guerra en Europa: frente a las pretensiones de Mussolini en Abisinia el gobierno británico se mostró firme en advertir a Italia de sus consecuencia apoyado por la Liga de Naciones, pero a la hora de la verdad la Liga de Naciones no impuso ningún tipo de sanciones y mucho menos ninguna medida militar. Hitler observó el acontecimiento y Mussolini, el cual recelaba de Hitler por sus pretensiones en Austria, decidió unirse a su causa en contra de las democracias europeas. Hitler a continuación ocuparía el corredor del Rhin que años antes Francia había desocupado como gesto de buena voluntad. Ante la pasividad de Francia y el Reino Unido Hitler lo intenta en Austria y aunque un primer intento de golpe de Estado para derrotar al canciller austriaco fracasara por fin en 1938 Hitler consigue la ocupación del país ante la incredulidad de las demás potencias. Hasta ese momento Churchill cree aún posible evitar la guerra: Hitler pone sus ojos en los Sudetes en Checoslovaquia y ante estas pretensiones Rusia propone un acuerdo a Francia y Reino Unido para unirse en contra de Hitler si lo intentara. Esta oferta es desoída por ambas potencias a pesar de las simpatías de Churchill a esta idea pero Francia cree suficiente el acuerdo con Checoslovaquia de actuar en caso de invasión y ni Polonia ni Rumanía estaban dispuestas a dejar pasar tropas soviéticas por sus territorios. Chamberlain en un intento por evitar lo peor viaja a Munich y consigue arrancar de Hitler un acuerdo de renunciar a cualquier otra pretensión territorial en Europa a cambio de que el gobierno de Praga reconozca un régimen de autonomía para la región de los Sudetes de mayoría alemana. Chamberlain regresa a Londres exhibiendo el acuerdo y declarando que era el acuerdo de paz para una era. Los acontecimiento se precipitaron: el presidente de Checoslovaquia entiende que Francia no acudiría en su ayuda, Polonia y Hungría presentan similares pretensiones territoriales a los alemanes en otras zonas del país. El presidente del gobierno Checoslovaco dimite y el ejército se disuelve, con sus más de treinta divisiones que habrían contenido un ataque alemán. Rusia toma nota y no ve más salida que un acuerdo con Alemania para garantizar su integridad territorial ante la inoperancia y falta de consideración de Francia y Reino Unido. Por si fuera poco Hitler, lejos de renunciar a sus pretensiones territoriales no solo ocupa los sudetes sino que pone sus ojos en Polonia. A Chamberlain no lo queda más remedio que advertir a Hitler que de invadir Polonia el Reino Unido declararía la guerra a Alemania y del mismo modo lo hace Francia. Hitler invade Polonia el 1 de septiembre de 1939, la II Guerra Mundial da comienzo en Europa.

Oficina Ministerial


En diciembre de 1905, los liberales sustituyeron a los conservadores en el gobierno, siendo nombrado Henry Campbell-Bannerman primer ministro. Churchill se convirtió en el viceministro para las colonias, sirviendo a Victor Bruce, el 9º conde de Elgin, quién era su superior. La primera misión de Churchill fue participar en la elaboración de una constitución para los territorios de Transvaal y la Colonia del Río Orange en Sudáfrica, después de la derrota de los boers. También se encargó del problema de la esclavitud china en las minas de Sudáfrica. Pronto Churchill se convirtió en uno de los miembros más prominentes del gabinete y, cuando Campbell-Bannerman fue sustituido por Herbert Henry Asquith en 1908, Churchill fue nombrado presidente de la dirección de comercio. En aquella época, un nuevo ministro tenía que buscar la reelección en su distrito electoral. Churchill perdió las elecciones en Manchester, pero pronto logró ser elegido en el distrito de Dundee.

En 1910 Churchill fue promovido a ministro de asuntos internos. Sus actuaciones produjeron grandes polémicas. En una fotografía que se hizo famosa en aquel tiempo, Churchill aparece haciéndose cargo en enero de 1911 del llamado sitio de Sídney Street, viendo desde una esquina la batalla que se estaba llevando a cabo entre un grupo de anarquistas que habían asaltado un edificio y la guardia escocesa. Un incendio estalló en el edificio y Churchill se negó a llamar a los bomberos, forzando a los anarquistas a elegir entre la rendición o la muerte.

En 1911 Churchill fue nombrado primer lord del Almirantazgo, un puesto que ocuparía durante el inicio de la Primera Guerra Mundial. Como tal, impulsó importantes reformas militares, incluyendo el desarrollo de la aviación naval, tanques y el cambio de combustible de carbón a petróleo. También llevó a cabo masivas obras de ingeniería, asegurándose los derechos sobre los campos petrolíferos de Mesopotamia en 1907, utilizando los servicios secretos británicos a través de la compañía Royal Burmah Oil.

Trayectoria política


A su regreso de Sudáfrica, Churchill volvió a presentarse como candidato para Oldham en las elecciones de 1900. Fue elegido, pero en lugar de asistir a la apertura del Parlamento, se marchó de gira a través del Reino Unido y los Estados Unidos pronunciando discursos y logrando recaudar 10.000 £. Hay que tener en cuenta que los miembros del Parlamento no recibían honorario alguno y Churchill no era un hombre rico, aunque sí pertenecía a una familia influyente. En los Estados Unidos, Mark Twain lo presentó como orador en uno de sus discursos. Cenó con Theodore Roosevelt, en aquel entonces vicepresidente de los Estados Unidos.

En febrero de 1901 Churchill regresó a Inglaterra y una vez instalado en el Parlamento se asoció con un grupo de disidentes del Partido Conservador liderados por Lord Hugh Cecil, los cuales fueron referidos como los Hughligan o "Hooligans". Durante la primera sesión del Parlamento, Churchill se opuso, en contra de la opinión mayoritaria dentro de su partido, al presupuesto presentado por el gobierno para el ejército, el cual consideró como extravagante. En 1903 sus puntos de vista comenzaron a diferir de los de lord Hugh. También se opuso al líder del partido conservador, Joseph Chamberlain, quien propuso reformas de tarifas arancelarias bastante extensas, tratando de proteger a través de estas tarifas la preeminencia de la Gran Bretaña en el mundo económico. Esto originó una profunda animadversión hacia él por parte de los miembros de su partido. En una ocasión, mientras hacía uso de la palabra, los parlamentarios conservadores se retiraron del hemiciclo. El distrito electoral de Oldham le retiró su apoyo, si bien lo siguió representando hasta la elección general de 1906.

En 1904 la insatisfacción de Churchill con los conservadores y su atracción por el Partido Liberal era tal que, después de un receso del Parlamento, cruzó la sala y se sentó en la bancada de los liberales. Como liberal siguió haciendo campaña para lograr eliminar las tarifas arancelarias y encaminar a los países occidentales hacia una política de mercado libre. Cambió su distrito electoral y se presentó por el de Manchester North West, consiguiendo la victoria en las elecciones generales de 1906.

Entre 1903 y 1905 Churchill escribió el libro Lord Randolph Churchill, la biografía de su padre. Fue publicada en 1906 y acogida como una obra maestra, a pesar que algunas de las características menos atractivas de su padre fueron suavizadas.

Geografía


La Isla de Man es parte de las Islas Británicas, es un archipiélago de la costa noroeste del continente Europeo. La isla se encuentra en el Mar de Irlanda, aproximadamente equidistante entre Inglaterra, Escocia e Irlanda. De aproximadamente 48 km de largo y entre 13 y 24 km de anchura, la isla tiene un área de alrededor de 572 km².

Las colinas, en el norte y al sur, son bisecadas por un valle central. El extremo norte es excepcionalmente plano, consistiendo principalmente en depósitos aumentados por la deposición de avances glaciales de Escocia Occidental durante las épocas más frías. Hay playas de ripio, depositadas más recientemente, en el Punto de Ayre. Tiene sólo una montaña Snaefell, con una altura de 621 msnm y, según un antiguo dicho popular, "desde su cumbre se pueden ver siete reinos: aquellos de Mann, Escocia, Inglaterra, Irlanda, Gales, el Mar y Cielo".

El período vikingo


Pueden disociarse dos épocas diferentes durante la dominación escandinava de la Isla de Man: Antes y después de la conquista por Godofredo IV. El primer período estuvo marcado por la guerra, en tanto que el segudo fue más pacífico.

Entre el 800 y el 815, los vikingos llegaron la isla de Man esencialmente por el pillaje. Entre el 850 y el 990, se establecieron sobre la isla, pero esta vez bajo el control de los reyes escandinavos de Dublín. Entre el 990 y el 1079 finalmente, la isla estuvo sujeta a los poderosos jarls de las Órcadas.

Durante todo el período escandinavo, la isla estuvo nominalmente bajo la soberanía de los reyes de Noruega, pero éstos raramente pudieron hacer valer sus derechos, a excepción de ciertos como Harald I en el 885, de Magnus III al final del siglo XI, o de Hakon IV a partir de 1217. Pocas cosas se saben sobre Godofredo IV, que conquistó la isla en el 1079. Habría establecido su gobierno sobre Dublín y la mayor parte de Leinster .En las tradiciones de la Isla de Man aparece con el nombre de rey Gorse u Orry. Las islas bajo su control reciben el nombre de Sudr-eyjar, las islas del sud, o sea la Isla de Man y todas las pequeñas islas al oeste de Escocia, formaban parte por oposición de las Nord-eyjar, las Órcadas y las Shetland.

Olaf I de Man, el hijo de Godofredo IV, ejerció un poder notable y su alianza con los reyes de Irlanda y de Escocia demostró ser tan buena que le dio a su reino estabilidad y paz durante todo su reinado (1137-1152). El hijo de Olaf,Godofredo V, reinó momentáneamente sobre Dublín, antes de perder el control de una parte de las islas, a excepción de aquellas situadas sobre la costa de Argyll.

A comienzos del siglo XIII, Reinaldo IV de Man le prestó homenaje al rey de Inglaterra, Juan sin tierra. Fue la primera vez que Inglaterra se inmiscuyó en los asuntos de la isla. Faltaría de todas formas un largo de dominación escocesa antes de que la isla se hiciese verdaderamente inglesa.