Celebrado foro entre Reino Unido y países del Caribe


Los países de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y el Reino Unido concluyeron aquí tres días de reuniones, donde analizaron las condiciones socioeconómicas de la región, asuntos diplomáticos y aspectos referidos a los efectos del cambio climático.

El foro concluyó con un Plan de Acción Final que promete, entre otras cosas, buscar mecanismos prácticos para estimular el crecimiento de las oportunidades de inversión.

Londres, que en diciembre del 2000 despojó a los caribeños de su cuota de exportación para favorecer a bananeras estadounidenses, ahora dice que contribuirá al empleo, la producción y el comercio.

También desempolvó en esta ocasión el Acuerdo de Asociación Económica (EPA) que desde su firma en 2008 no ha mejorado el acceso a Gran Bretaña de las exportaciones caribeñas de bienes y servicios.

Y entre las curiosidades del foro estuvo el compromiso británico de "continuar el diálogo" en torno al elevado impuesto establecido por el Reino Unido contra quienes viajen al Caribe.

Ese gravamen, conocido como Air Passenger Duty (APD), que a partir de abril próximo aumenta de 132 a 143 dólares por viajero, causa severas afectaciones a una región que vive del turismo.

El ministro para la Mancomunidad Británica (Commonwealth), Jeremy Browne, dijo que las deliberaciones confirmaron una mayor atención de Londres al Caribe.

Pero medios caribeños se preguntan si esa mayor atención es una maniobra de carácter estratégico para crear una distracción respecto a la crisis generada por el tema de las Malvinas.

Y es que se ha acentuado ese diferendo por exploraciones con una plataforma petrolera en ese archipiélago del Atlántico Sur de donde Londres expulsó a los pobladores argentinos en 1833.

La plataforma Leiv Eiriksson, con bandera de Bahamas, contratada por compañías británicas, iniciará operaciones muy cerca del límite marítimo argentino de 200 millas.

Argentina sigue reclamando su derecho sobre las Malvinas, de donde fue expulsada por segunda vez por los ingleses durante la guerra de abril a junio de 1982.

El canciller argentino, Héctor Timerman, aseguró que hay una escalada militarista británica desde que países suramericanos impiden ingresar a sus puertos barcos con bandera malvinense.

Londres refuerza su presencia militar en las Malvinas mientras Argentina suma apoyos internacionales para reclamar al Reino Unido que acepte negociar sobre la soberanía de esas islas, dijo.

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